
En cualquier caso he vuelto. Sin embargo, un hondo pesar inunda mi purificado espíritu. Un dramático acontecimiento centrará hoy estas letras.
Ayer nos despertábamos con una noticia de altura: había muerto el hombre más pequeño del mundo.
Sí, el pobre Pingping (juro que así se llamaba, no es cosa mía) ha sucumbido hoy a los gélidos brazos de la Parca (algo similar dijeron del ahora marido de la tía Paca).
Al igual que Nacho Vidal, Pingping saltó a la fama gracias a sus medidas, 74 centímetros (de altura).
El editor jefe del Libro Guiness ha declarado sobre la desaparición del pequeño gran hombre: “Nunca nadie tan bajo ha llegado tan alto”. Se nota que este señor no conoce a Belén Esteban.
La comunidad internacional se ha lamentado de inmediato al conocer la noticia sobre el fallecimiento de Pinipon. Nada causaba tal impacto desde el dia que Falete se tiró en plancha a la piscina.
Quizás el país que más lejos ha llevado los homenajes al ínfimo asiático ha sido España, que ha decidido dedicarle la canción que ha de representarla en Eurovisión.
Pero por muy tentador que sea el asunto, al igual que con Michael Jackson, no podríamos hacer humor negro.
Damos nuestro sentido pésame a la familia, al Libro Guiness (que era casi de su tamaño), a David el Gnomo, Los Pitufos, Frodo, Sam y en general a toda La Comarca.
Sin duda, este pequeñín ha encontrado un lugar en la historia (claro que él cabía en cualquier sitio) y aunque pretendemos poner siempre una nota de humor a todo, por muy oscuro que sea, lo hacemos desde el respeto y el cariño. Hasta siempre Pingping. Cuando llegues al Cielo salta para que San Pedro te vea.